Bienvenidos...

Este blog contendrá información con todo aquello relacionado con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y su impacto tanto en lo social como particularmente en el campo educativo.

La motivación de crearlo surge como parte de un proceso de aprendizaje relacionado con el interés de la Universidad Evangélica de El Salvador -institución a la cual presto mis servicios profesionales en el área de diseño y planeamiento curricular- para contribuir en los diseños de carreras profesionales que en su momento puedan apoyarse en las nuevas tecnologías.

Soy parte de un equipo de trabajo que inicia este reto y el mismo está vinculado con toda una transformación del modelo educativo que impulsa la Universidad.

La Universidad Evangélica es una institución privada próxima a cumplir 27 años de estar formando profesionales y en la actualidad en las áreas de Medicina, Odontología, Administración de Empresas. . . para más información puede visitarse su sitio http://www.uees.edu.sv/.

Por otra parte es innegable el impacto que las telecomunicaciones, la digitalización, la electrónica y la informática están impactando en los valores, costumbres y hábitos de una sociedad y están trascendiendo al área educacional, dándole particular apoyo a los procesos de enseñanza y de aprendizaje; entender ese entramado es de particular importancia para el autor de este blogs.

Toda contribución que pueda hacerse a este blog Agenda Digital será de mucha utilidad para los propósitos mencionados.

Eliseo Ramírez Pérez

lunes, 28 de julio de 2008

EL DISEÑO CURRICULAR Y SU CONCRECIÓN EN EL AULA

“El diseño curricular de un determinado programa no precisa entregarlo todo. Una excelente profesora de currículo acostumbraba recordar la analogía de quienes diseñan currículum con un grupo de grandes chefs de cuisine que tuvieren que preparar el mejor banquete de sus vidas, el de las entradas frías se jugaría por dar su mejor plato posible, así como lo harían también el encargado de las entradas calientes, el de las sopas y cremas, el de los entre platos, el de los platos de pescado, el de las carnes, el de los postres. Lo único que olvidan es que una misma persona deberá comer todo eso y llegará un momento a menudo más temprano que tarde, en el cual no podrá consumirlo todo. ¿Por qué pretender dar <<>> cada vez que diseñemos un Plan de Estudio?.

El diseño curricular es una selección cultural y como tal, un difícil ejercicio de apreciar y excluir, buscando siempre quedarse con lo necesario, sobre todo en una proyección de educación permanente en que sabemos que no se trata de la única oportunidad de aprendizaje que tiene la persona. Hacer currículum es formar decisiones y nadie ha dicho nunca que esto sea fácil” (Irigoin, María y Vargas, Fernando. Competencia Laboral: manual de conceptos, métodos y aplicaciones en el sector salud. Montevideo: Cinterfor, 2002. p. 187)

Lo anterior constituye una cita muy significativa cuando volvemos la mirada a cualquier plan de estudio. Cuando realizamos procesos de revisión y actualización de los mismos nos encontramos con programas diseñados con más allá de 20 Unidades de Aprendizaje programadas para ser desarrolladas en un promedio de 18 semanas por ciclo académico. Esto es una práctica de años y aún se persiste en mantener inalterado el programa. Alrededor de esto surgen preguntas ¿Será posible lograr su desarrollo con la clara convicción de un aprendizaje efectivo por parte de los estudiantes? ¿Será posible con tanta carga desarrollar una enseñanza lo más objetiva posible? ¿Qué tipo de nuevos conocimientos se están logrando?

Cuando se diseña un currículo para una carrera se hace una proyección de lo que probablemente puede ocurrir, pero en su proceso de desarrollo pueden suceder múltiples circunstancias que van desde el tipo de estudiantes con quienes el docente se relacionará, la existencia en calidad y cantidad de recursos didácticos, el espacio o ambiente en donde se protagonizará el hecho pedagógico, el tiempo para el desarrollo del tema según su naturaleza, etc.

De ahí surge la necesidad de planificar el día a día de aquello que realmente puede ser realizable; y no hablamos acá de planificar para justificar un requerimiento administrativo, sino más bien porque el proceso de enseñar y dejar el tiempo para que se pueda producir el nuevo conocimiento en el estudiante, representa una acción que exige ser desarrollada con mucha responsabilidad.

De mi experiencia como docente en las aulas universitarias, solía tener en mente ser lo más efectivo posible en la realización del proceso de enseñanza. Solía preguntarme acerca de ese ambiente que podría encontrar para la realización de la clase, anticiparme a posibles conductas de los estudiantes, a sus preguntas, a repensar el tiempo preciso para indicar el trabajo en equipo, al tipo de preguntas, etc., es decir todo lo que el docente pueda imaginar y anticipar en la perspectiva de ser efectivo, más no solo imaginarlo, sino anotarlo, tal como lo exige el planeamiento didáctico.

Lógicamente entre planificar una acción pedagógica y su ejecución existe una diferencia; ya en el lugar de realización encontraba que de momento nos habían cambiado de aula, que el número de estudiantes era menos o en algunos casos más, el aula había que ordenarla porque suele suceder que luego de una clase aquello queda como a la salida de un estadio; en fin las condiciones imaginadas contrastaban con la realidad, más sin embargo existía un planeamiento que evitaba la improvisación para el desarrollo de o los contenidos.

Pues bien, ligando lo último con lo primero, hay que entender que un Programa de Estudio es una guía, que a lo mejor se diseñó un tiempo atrás, un año, dos, tres quizá más años y por lo tanto eso que se expresa no podemos simplemente tomarlo al pie de la letra puesto que las nuevas circunstancias exigen repensar y ese repensar conduce al planeamiento didáctico para la ejecución de una acción educativa efectiva.

No hay comentarios: